lunes, 21 de mayo de 2007

Con un bolígrafo y papel eres Dios.


Los amigos de La Aventura de Escribir se han puesto de nuevo en contacto con Nerja Pop para comunicarnos la celebración de un nuevo maratón de escritura. El día 26 de mayo, jornada de reflexión, se reunirán en calle Rodríguez Acosta, 23-2. En esta ocasión el tema que sirva de motor para la escritura será: "Sentidos, Contrasentidos y otras Insensateces". Desde luego que habrá que trabajar las neuronas para sacar algo en limpio, aunque teniendo muy cerca la campaña electoral puedan extraer de lo visto y oído muchos contrasentidos y muchas insensateces.


Ricardo Sanz me facilitado un escrito en el que se establece cuál es el planteamiento a la hora de celebrar un maratón de escritura:


Maratón de escritura
(planteamiento)


El maratón de escritura es un juego tomado de Natalie Goldberg, de su libro “El gozo de escribir” (editorial La liebre de Marzo), libro que no me canso de recomendar.

Cómo funciona un maratón de escritura: Cada participante en el maratón se compromete durante el tiempo marcado. No se para uno a pensar lo que va a escribir, se pone a escribir en cuanto se da la pauta correspondiente y está escribiendo hasta el final del tiempo marcado. Esto es importante, en un maratón lo que importa es la cantidad, no la calidad, no se trata de que nos cuentes lo que ya tienes claro en tu cabeza, sino de que te dejes ir en la aventura hacia lo desconocido. También es importante evitar cualquier comentario en voz alta cuando se dé la pauta.
A continuación se lee lo que hemos escrito (si somos muchos las lecturas serán alternas para no alargarnos entre sesión y sesión de escritura). Es muy importante no hacer comentarios sobre lo que otros han escrito o sobre el propio escrito. Nadie dice nada, ni siquiera “me ha gustado” o “está muy bien”. No hay bueno ni malo, ni críticas ni alabanzas. También está permitido pasar o leer sólo una vez.
“Lo que sucede –dice Natalie- es que paramos de pensar: escribimos, leemos, escribimos, leemos; y cada vez somos menos autoconscientes”. El que no se hagan comentarios, hace que nos sintamos cada vez más libres de escribir lo que nos apetezca. El no comentar los escritos crea un saludable deseo de expresarse.
Al empezar cada sentada de escritura se propone un argumento o disparador. No estamos obligados a escribir sobre ese argumento, pero si estamos obligados a escribir, a mantener la mano en movimiento durante todo el tiempo que dura la sentada.
Dice Natalie: “El maratón es una experiencia que nos da una enorme apertura. Es como si nuestras defensas saltaran por los aires, y nosotros nos encontráramos de pronto desnudos, tal como somos en realidad. Pero no hay que preocuparse: es un estado de ánimo que pasa, y muy pronto volvemos a ser cautos y susceptibles como antes”.

Raúl Rodríguez dice en su libro/DVD “La flor que florece” (editorial Lluviacaballo): “Transparente es lo que deja pasar la luz. De ti, hermano, lo recibo todo sin quedarme con nada. Mi corazón es ahora una casa de cristal, no me importa que veas lo que tengo dentro, no hay nada que guarde que no pueda compartir contigo”. Y añade: “Sólo puedo hablar de lo que he vivido. Comparto con vosotros mi experiencia hecha de luz y de sombra, de tristeza y de inocencia, de miedo y de confianza”.

Ricardo Sanz
La casa de las palabras
Nerja, enero de 2007

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué sensación debe producir ser capaz de abandonarte, de que no te importe lo que los demás opinen sobre ti, de ser capaz de crear por el gusto de crear, sin buscar la aprobación de nadie. Escribir solo por el gozo de escribir. No me veo capaz, quizá porque yo no podría evitar juzgar lo que escuche, aunque fuera solo para mis adentros.

PopBelmondo dijo...

Pues he de confesarte, anónimo, que es una experiencia muy liberalizadora. Únicamente he podido ir en una ocasión, pero espero poder repetir en un día que tenga libre. En un primer momento me sentí retraído a la hora de escribir algún texto y leerlo frente a los demás, pero una vez visto que el resto de participantes se lanzan sin ningún tipo de complejo a escribir y mostrar sus obras, me puse las pilas y también aporté mi granito de arena.Fue una sensación bastante gratificante. Hay que perder el miedo a lo que te digan, a las cr´ticas. Siempre habrá alguien que hagas lo que hagas te juzgará, incluso si te quedas con los brazos cruzados. Por eso es mejor lanzarse a la aventura y en este caso la de escribir y probar suerte.

Anónimo dijo...

Sobre eso del juicio sobre las obras ajenas y propias me ocurrió una anécdota en Madrid hace años.
Un pintor "consagrado"(al menos vivía de eso), por piques personales que no vienen al caso y que nada tenian que ver con eso que llamamos arte, se dio el lujo de criticar uno de mis collages, campo en el que yo empezaba a
investigar. Le reté a que quedaramos unos dias después para hacer dos obras cada uno de cara al público: un collage y un dibujo de sumie. Incautamente, aceptó.El acto se hizo, y el resultado fue tan patético para el pobre
hombre, que aún hoy, con años de por medio, sigo sin hacer público su nombre, salvo en círculos de amigos de Madrid, que por otra parte, ya lo saben. Mi invitación tenía trampa, lo reconozco, el sumie es una de las técnicas de pintura más complicadas, curiosamente debido a su aparente
simplicidad, cualquier pintor que conozca bien el campo en que se mueve lo sabe. Aún asi no me considero un pintor, pero tengo claro que no podría vivir sin crear en varios campos, como hago desde hace años. Todo es juego y
todo juego es interesante(incluso el de la vida, que siempre tiene un final trágico)Entre las pulsiones básicas que aun no puedo autocontrolar está la de humnillar, en ocasiones públicamente, a esos pobres seres arrogantes por acomplejados que necesitan dividir el mundo entre artistas y mortales no elevando sino denigrando el arte al negarle su faceta lúdico-colectiva e
inherente a todo ser humano.
Hace tiempo que lo tengo claro: si te encuentras a alguien mirando al resto del mundo por encima del hombro por creerse artista, por buena que sea en apariencia su obra, su interior seguro que estará vacío.Sólo falta tiempo
para comprobarlo.
Y no es casualidad que la mayoría de los buenos artistas que he
conocido(libres en su juego), muchos consagrados, pero no todos, no compartan ese complejo de inferioridad/superiooridad.
Un consejo: para disfrutar de cualquier expresión artística es
imprescindible apartarla de la dependencia económica: o bien vendiendo de sobra o bien viviendo de otra cosa para conseguir una total independencia en
el crear/actuar.
Todo lo dicho es válido, por supuesto, para la escritura, y no quiero despedirme(antes de que me den la bronca por extenderme) sin invitar a participar en los maratones. Son un cachito de vida.Quien lo probó, lo sabe.

Anónimo dijo...

Nekovidal, supongo que la crítica que te hicieron sería brutal y destructiva, si no, me parece muy fuerte que te tomes las cosas tan a la tremenda. Más que nada, porque no por el hecho de hacer algo eso significa que esté bien hecho, que sea bueno o que le tenga que gustar a todo el mundo. La crítica es necesaria para crecer, para evolucionar, para no estancarse. No soporto la que se hace por el gusto de hacer daño, pero creo también que hay gran cantidad de artistas que no soportan que a alguien no le guste su obra. Y el artista debe saber encajar las críticas y seguir palante. Al menos, esa es mi experiencia.

Anónimo dijo...

La crítica, Atir, era desde luego destructiva, pero la reacción no lo fue tanto por el pique personal sino por ser el arquetipo de esa idea pretendidamente elitista del arte, en contra la que siempre me he posicionado.
Personalmente, ante el riesgo de no saber distinguir hasta qué punto la crítica que hacemos esconde nuestras pequeñas miserias o frustraciones, me limito a decir si algo me gusta o no, extendiéndome lo menos posible, y en muchas ocasiones hasta ese comentario me callo para evitar hacer daño, aunque sea sin intención. Como única es cada obra, única es la sensación que provoca en cada persona.
Sería absurdamente arrogante pretender que tu obra le debe gustar a todo el mundo, pero la experiencia me ha demostrado que tras la inmensa mayoría de las críticas, salvo cuando hay por medio una sólida y respetuosa amistad, esconden algo. No hay trabajo más patético que el de crítico...
Por poner sólo un ejemplo que Popbelmondo conocerá bien por ser su campo, ¿cuántos críticos franceses tuvieron que tragarse al cabo del tiemnpo sus comentarios sobre Almodovar cuando empezó a conocerse en Francia? Algunos de ellos, como los ex fumadores, llegaron a ser con el tiempo sus incondicionales aduladores...
Bromas de la vida.

PopBelmondo dijo...

Cualquiera que muestre su trabajo al público ha de ser capaz de soportar las críticas, ya sean de cenutrios como desde las más cualificadas voces. Pero también es cierto el dereccho que tiene el artista siempre a rebatirlas. El límite es el respeto. Algunos aprovechan para hacer ataques enconados únicamente atendiendo a cuestiones personales.