Si hay algo que suele hacerme sangrar los oídos son las continuas quejas de las ciegas y conformistas plañideras clamando al cielo de que ta l o cual institución no hace nada por agitar la vida cultural, de que no se promueven actividades para entretener su eterno tedio. Uno levanta la ceja y se compadece por la falta de inquietud y curiosidad de quien con una cerveza en la mano suelta los manifiestos más manidos. Si la crisis tiene algo de positivo es que a unos cuantos se le han puesto las pilas y ya no miran al político que por dos migajas quieren promoción. La vida cultural, pese a quien pese, se ha movilizado y han aumentado las ofertas lúdicas. Sólo hace falta que quien siempre se queja esté dispuesto a pagar.
Una de las mayores alegrías de los últimos meses es la apertura en Málaga de una nueva sala de conciertos en una zona tan céntrica como calle Comedias. El Velvet Club en poco tiempo se va a convertir en referencia musical. Solo hay que ver la programación para las próximas semanas, bandas y músicos más que interesantes en el panorama alternativo musical español. Los más cercanos en fecha Niño y Pistola, los malagueños Hairy Nipples y Fira Fem, una banda a la que la crítica especializada tiene en buena consideración, con su sonido electrónico y ritmos kraut. Ya en febrero tendremos en directo a Sr. Chinarro y Leon Benavente.
Pero para la nunca terminada búsqueda me detengo en el videoclip de Fira Fem que se podría considerar la versión malaguita y existencialista de aquel mítico Smatch my bitch up de Prodigy, mirada subjetiva por el abismo de un último día. El título, todo una declaración socarrona. El que sepa inglés (con un poco basta) lo captará.
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