El hambre de teatro no se apaga por la crisis y afortunadamente hay personas que encuentran nuevas fórmulas para en lugares insospechados representar textos dramáticos frente a una audiencia reducida, pero entregada. Alejandra Cid y Fernando Gil se han lanzado a la aventura de poner en la piel de dos personajes un pelín extremos, en los márgenes de eso que se llama Estado de Bienestar.
Dicha propuesta parece haber tenido buena respuesta por parte del público, para la sesión de las 21:15h estaba todo vendido. Y en la última de las 22h, un amplio grupo de amigos de Nerja se acercó a disfrutar de 15 minutos de loco teatro. Curioso el espacio escénico, una habitación del Convento de las Claras, que después de ser abandonado por la orden religiosa y desacralizado y comprobado que a día de hoy era inviable proyecto hotelero previsto, la asociación cultural Sociarte se hizo cargo del lugar, ofreciendo una variada programación de actividades.
Tras seguir al acomodador por el oscuro patio lateral del convento, nos adentramos en un decorado kitsch de club de alterne rural con espacio para unos 15 espectadores. La proximidad es mayúscula con los dos actores que en pocos metros cuadrados defienden sus personajes marginales, pero que muchos veremos reconocibles.
El próximo jueves 23 de enero se volverá a representar dicha obra en el mismo lugar. Ya sabéis, lo bueno si breve, dos veces bueno.
A continuación algunos de los momentos de la velada teatral.
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