domingo, 26 de enero de 2014

Mirando a las musarañas (157) - Consumo o despilfarro.


Un guarismo y una palabra, 11 litros, han traspasado nuestras fronteras locales, provinciales y autonómicas para convertirse en tema de conversación, de chanza y alcanzar en las redes sociales el trending topic. Si no hay una referencia es imposible comparar, y en el consumo, mejor dicho, en el despilfarro del agua ocurría eso. No teníamos una referencia para saber, en este caso, cuál es la cantidad de agua óptima para ducharse. Y el alcalde de Málaga Sr. de la Torre, a su mejor criterio, ha fijado una medida para consumir y no despilfarrar agua en nuestro aseo personal. Once litros son los que considera necesarios para ducharse. Y los ha comprobado y cronometrado en el tiempo con la ayuda de su santa esposa, llegando, con la fina ironía que caracteriza al primer edil de la capital de la Costa del Sol, a  comprometerse a realizar dicha prueba ante Notario.


Será verdad, será un farol, el caso es que se ha establecido un punto de partida. ¿Son pocos? ¿Son justos? o para otros ¿Son muchos? Que de todas las opiniones los habrá. Muchos habrán sido los que hayan imitado al señor de la Torre. Lo cierto es que se ha abierto el debate y todo por la puesta en vigor de las nuevas medidas para cobrar el agua. Nada como tocar  nuestros bolsillos, para que nos interesemos por el consumo de un bien tan preciado como el agua y nos demos cuenta de que despilfarramos mucha, muchísima agua. Lo vemos en el uso domestico y en el regadío, tenemos bloques de viviendas con un solo contador general y nuestros canales de regadío son antiquísimos.

Tengo un familiar alemán él, que siempre que nos visita me hace la misma pregunta: ¿Cuánto pagas de agua? y ¿Cuántos metros cúbicos gastas? Preguntas que venían a cuento al ver el gasto de agua. Allí, en su Hamburgo natal, controlan el consumo del agua. No sé si gastarán  los 11 litros de la ducha de nuestro Alcalde, pero no despilfarran en otros usos comunes.

Como siempre para tomar conciencia de  nuestro comportamiento, nada como que nos toquen el bolsillo y que la guasa, el cabreo y todo lo demás venga porque alguien le ha puesto el cascabel al gato. 11 litros tienen la solución al despilfarro.

Por Ricardo Bajo León.

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